miércoles, 2 de septiembre de 2015

CULTURA MOCHICA

La cultura moche1 o cultura mochica es una cultura arqueológica del antiguo Perú que se desarrolló 100 y el 700 d. C.en el valle del río Moche (actual provincia de Trujillo, en el departamento de La Libertad). Esta cultura se extendió hacia los valles de la costa norte del actual Perú.
entre el
Las sociedades mochicas hicieron grandes obras de ingeniería hidráulicacanales de riego y represas, lo que les permitió ampliar su frontera agrícola a gran escala.
Fueron grandes arquitectos; su materia prima fue el adobe. Construyeron complejos religiosos-administrativos de carácter monumental, conformados por palacios y templos o huacas (en forma de pirámide trunca), las cuales los recubrían de grandes murales en alto y bajo relieve, pintados con colores extraídos de la naturaleza, donde plasmaron sus dioses, mitos, leyendas y toda su cosmovisión cultural. Las más notables de estas construcciones son las llamadas Huacas del Sol y de la Luna, en el valle de Moche.
Fueron los mejores metalurgistas de su época; doraron el cobre mucho antes que en Europa; y conocieron una variedad de técnicas (laminado, martillado, alambrado, soldadura, etc.), fabricando herramientas, armas, atuendos, emblemas, ornamentos y toda su variada y rica parafernalia ritual.

Descubrimiento y estudios


El arqueólogo alemán Max Uhle, descubridor científico de la cultura mochica, a la que denominó como proto-chimú.
La civilización mochica fue identificada por Max Uhle en 1909 quien la clasificó como proto-chimú (es decir, antecesora de la cultura chimú). Uno de sus principales investigadores fue el alemán Enrique Brüning, ingeniero de profesión que llegó a trabajar en las azucareras de Lambayeque y La Libertad. En 1899, con el patrocinio de la madre del editor de periódicos William Randolph Hearst, Brüning excavó 31 yacimientos funerarios en las inmediaciones de la Huaca del Sol y de la Huaca de la Luna (cercanos a Moche, el pueblo actual que dio su nombre a la antigua cultura).
Esta cultura también fue estudiada por los arqueólogos peruanos Julio C. Tello y Rafael Larco Hoyle (1901-1966).3 En particular destaca la labor de Larco Hoyle, quien identificó de manera científica los diversos períodos de esta cultura, a base de los estilos y la técnica de su cerámica.
No obstante, el constante saqueo de yacimientos arqueológicos hace difícil estudiar la civilización hoy en día. Por ello el descubrimiento de tumbas intactas de dos gobernantes mochicas en 1987 y 2006 (el Señor de Sipán y la Dama de Cao, respectivamente) fueron clave para relanzar el estudio científico de la cultura.4

Historia

La historia moche se desenvuelve en el llamado Intermedio Temprano, periodo de la civilización andina caracterizado por el desarrollo de culturas regionales, tras la decadencia del Formativo Andino. Contemporáneos con la cultura moche fueron la cultura nazca, la cultura recuay, la cultura lima, la cultura cajamarca y la cultura tiahuanaco.

El arqueólogo peruanoRafael Larco Hoyle, gran estudioso de la cultura mochica.
Teniendo como base las periodizaciones de Rafael Larco Hoyle, de Luis Jaime Castillo Butters y de Christopher Donnan, se puede dividir la historia moche de la siguiente manera:5
  • El período del Comienzo, que abarcaría entre 150 y 300 d.C. Durante esta época los mochicas se imponen sobre la cultura Virú-Gallinazo, tanto en el plano militar como en el ideológico, es decir, imponen sus creencias. De fines de esta época data el llamado Señor de Sipán.
  • El periodo de la Expansión, aproximadamente de 300 a 600 d.C. Constituye el periodo de apogeo de la cultura moche, con sus máximos logros, en lo político, militar, económico y cultural. Se forma el Estado Mochica del Norte (en el valle de Jequetepeque y otros del actual departamento de Lambayeque) y el Estado Mochica del Sur (en los valles de Moche y Chicama, y otros más al sur). Sipán (Huaca Rajada) fue indudablemente uno de los principales centros del Estado norteño, mientras que las huacas del Sol y de la Luna (en el valle de Moche) y las delComplejo El Brujo (en el valle de Chicama), lo fueron del Estado sureño. De esta época es la gobernante moche conocida como la Señora de Cao. La ideología moche se hace más guerrera, como se deduce de sus representaciones artísticas.

Cerámica

El más conocido legado cultural mochica es su cerámica, generalmente depositada como preciosa
ofrenda para los muertos.
Los mochicas plasmaron en sus cerámicas el entorno de su mundo cultural y religioso, bajo la forma de imágenes escultóricas o bien decorando a pincel la superficie de la vasija. Su cerámica constituye por ello el mejor documento y testimonio de su cultura.
Características de la cerámica mochica: escultórica, realista, documental y pictográfica.
  • Escultórica: porque representaban en bulto las figuras de los hombres, animales y plantas. Destacan los huacos retratos.
  • Realista: puesto que todo era reproducción exacta de la realidad. No inventaban ni imaginaban en su obra ceramista, que era expresión de las actividades.
  • Documental: porque era realismo y su representación sirven como elementos para conocer la vida de los habitantes moches como si se estuviese leyendo un verdadero documento o fuente escrita.
  • Pictográfica: ya que algunos huacos representan figuras pintadas y ornamentadas.

Arquitectura


Maqueta de la Huaca de la Luna.
Como base para sus construcciones emplearon el adobe, puesto que era la materia prima que tenían a la mano. Construyeron grandes palacios, urbes y templos, los cuales los recubrían de murales en alto y bajo relieve, pintados de colores extraídos de la naturaleza a los cuales les agregaban colágeno extraído de la cocción de las patas de las aves, que actuaba como una especie de látex; decoraban con representaciones de sus dioses, mitos, leyendas y toda su cosmovisión.
En las construcciones importantes como las huacas, se solía hacer cada cierto tiempo una reedificación, en la cual en vez de remodelar una pared, la tapaban construyendo otra adelante; esto se puede apreciar en todas las huacas.
En su arquitectura monumental destacan las Huacas del Sol y de la Luna, en Moche. La Huaca del Sol es un inmenso edificio que mide más de 40 m de altura y tiene 5 terrazas superpuestas: los expertos calculan que se necesitaron más de 140 millones de adobes para su construcción. A 500 m de esta huaca se alza la Huaca de la Luna, de 21 m de altura y de tres terrazas; esta destaca por sus bellas pinturas murales, una de las cuales representa el rostro fiero de un dios, posiblemente Ai apaec. Se cree que la Huaca del Sol fue un centro administrativo, mientras que la Huaca de la Luna era un centro religioso.

El Señor de Sipán


Tumba del Señor de Sipán.
Sipán es una pequeña localidad que se ubica a 35 kilómetros al sureste de Chiclayo. Allí se encuentra la denominada Huaca Rajada. En marzo de 1987 el arqueólogo peruano Walter Alva logró erradicar a los huaqueros (ladrones de huacas) y procedió a realizar excavaciones.
Es la única tumba de un gobernador precolombino hallada intacta en el Perú. Data del siglo III. Actualmente los restos de este personaje se encuentran en el Museo Tumbas Reales de Sipán, en Lambayeque. Se trata de un hombre de 1,67 m, y de entre 35 a 40 años de edad. Se lo halló al lado de los restos de 8 personas (tres mujeres, dos varones, un niño y dos guardianes) y animales (dos llamas y un perro). El cuerpo del personaje estaba cubierto de numerosos ornamentos, armas y emblemas de oro, plata y cobre dorado. Se hallaron también 209 ceramios, muchos de los cuales contenían ofrendas. Meses después se hallaron dos tumbas más: la de un sacerdote contemporáneo al Señor de Sipán, y la de un personaje que por las armas, atuendos, ornamentos y emblemas, debió tener el mismo cargo del señor de Sipan, y al que se bautizó como el “Viejo Señor de Sipán” (antepasado del Señor de Sipán en tres generaciones).

Las sacerdotisas de San José de Moro

Dos tumbas de sacerdotisas fueron halladas en el complejo arqueológico San José de Moro, en el distrito de Pacanga, Chepén. Una fue hallada en 1991 y otra en 1992. Comparten una serie de rasgos comunes: se hallan acompañadas de otros cuerpos, así como de individuos sacrificados en las entradas; así como contienen una profusión de objetos a manera de ofrendas: vasijas cerámicas, mates (que estarían sin duda llenas de alimentos) y adornos de metal.

La Dama de Cao

El descubrimiento de la tumba de la Dama o Señora de Cao fue dado a conocer en 2006. Fue halladahuaca Cao Viejo y data aproximadamente del 400 d.C., unos 150 años después del apogeo del Señor de Sipán. Se trata de los restos momificados de una mujer de 1,45 metros de altura y entre los 20 y 25 años, cubiertos por collares de oro, plata, lapislázuli, cuarzo y turquesa, narigueras de oro y plata, diademas y coronas. En la tumba se encontraron también cetros de madera forrados de cobre, utilizados en las ceremonias como símbolos de poder y hegemonía, y diversas placas de metal sueltas que cubrían la mortaja de algodón natural. Se trata sin duda de los restos de una gobernante moche que rigió en el valle del Chicama.
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